El ADN dictador by Miguel Pita

autor:Miguel Pita [Pita, Miguel]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Ariel
publicado: 2017-05-08T22:00:00+00:00

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MÚSICA HEAVY Y BUENA PUNTERÍA

La importancia de la herencia genética es evidente, lo hemos visto, pero no lo es menos que esa carga genética en muchas ocasiones necesita de determinado entorno para manifestarse, de circunstancias externas que maximicen o minimicen lo que ya existe de manera latente, de forma potencial. Que se manifieste o no nuestra herencia genética depende de factores ambientales.

Ya sabemos que las habilidades pictóricas, como las de Ramón, tienen una importante base genética, y algo parecido se puede decir de la buena puntería de Pepe cuando usa armas de fuego. De nuevo, obviamente, no hay un «gen de la buena puntería», sino un conjunto de muchos factores fisiológicos, todos ellos con un fuerte componente genético, que ayudan a configurar un buen pulso, una buena vista, una baja sudoración y un sinfín de matices que llevan a su portador a ser certero con un arma entre las manos. Por tanto, hay un origen genético indefinido en los rasgos que llevan a que Pepe tenga buena puntería. Aunque quizá no todas estas características las mostraran sus progenitores, puede que estas apareciesen al juntar las de los padres. El padre tenía buen pulso y de algún modo persiste en el 2-ADN de Pepe. De la misma manera, la buena vista se parece a la de su madre y la baja sudoración no aparece sino al juntarse ambos (por ejemplo).

Sin embargo, no hay que olvidar la importancia de la parte cultural o ambiental. Porque el hecho de haber puesto a prueba su puntería desde su infancia, haber practicado frecuentemente con armas, la existencia de su tío Alberto, que le llevaba a tirar al plato a Cantoblanco, y otro sinfín de rasgos ambientales, han completado la ecuación que hace que Pepe tenga tan buena puntería: genética + ambiente. Es, por tanto, este tino con las armas un rasgo con una alta carga genética, pero con indispensables complementos ambientales. Porque, como poco, para comprobar que eres hábil disparando necesitas dos clases de elementos que no hay gen que los fabrique: una pistola y unas latas.

La afición a la música heavy metal de Ramón y la educación exquisita de Pepe son rasgos indiscutiblemente culturales. No son para nada rasgos genéticos. Dependen exclusivamente del entorno en el que el individuo ha nacido y crecido, de la época, de la educación recibida… Nada que ver con células y moléculas de ADN, aparentemente.

Pero se puede matizar esta conclusión, porque es un hecho incontestable que no todos los oídos tolerarán igual de bien las canciones de Los Lujuria, y no solo por un problema generacional o cultural. Quizá un oído supersensible sufra dolor ante semejante lluvia de puñales y padezca ante sus agudos.

Tampoco todos los cerebros integrarán igual de bien que el de Pepe los códigos de una educación exquisita. Puede ocurrir que la presencia de una región cerebral más irrigada (por ejemplo la corteza prefrontal) lo facilite, mientras que cerebros que se fabriquen de nacimiento con esa región estructuralmente diferente y menos irrigada no sean capaces de ser tan educados.

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